lunes, 16 de enero de 2017

Los once principios de propaganda política de Joseph Goebbels.

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 El Evangelio de San Mateo cuenta que un día Jesús preguntó a sus discípulos: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?». A esta pregunta, el apóstol San Pedro contestó: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Y, entonces, Jesús le dijo «Bienaventurado eres, Pedro, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne, ni la sangre, sino mi Padre, que está en los cielos". Entonces mandó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Cristo"... Pero, en Podemos, todos lo sabían.

 Cambiando de tema y, como introducción al siguiente post, quiero recordar los once puntos de la propaganda política del Ministro de Joseph Goebbels, el que fuera Ministro de Propaganda de Hitler. Este listado cobra absoluta vigencia ante el uso que el movimiento comunazi, que encarna Podemos,  está haciendo de ellos con el objetivo de aniquilar a toda la oposición política, sea de izquierda o de derechas. Estos son los once principios de la propaganda política de Goebbels:

I. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

II. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

III. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.

IV. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

V. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

VI. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".

VII. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

VIII. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.

IX. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

X. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

XI. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.

Y, por supuesto, no olvidar nunca que, como decía Goebbels, "una mentira repetida adecuadamente mil veces se convienrte en una verdad".

Sobre estos temas, "volveré", como MacArthur


(La imagen ha sido tomada de http://www.vozpopuli.com/libertad_2-0/fracaso-lider-Pablo-Iglesias_7_905079485.html)










miércoles, 4 de enero de 2017

El himno de Madrid

Nunca he oído el himno de Madrid. Ni en un acto oficial, ni en un evento deportivo. A lo mejor es que los deportistas madrileños suben poco al "podium". La letra no es sólo un poema, sino "todo un poema". La compuso Agustín García Calvo, zamorano, que se decía literato, y cobró por ella el precio de una peseta. Se supone que era un precio simbólico, pero cuando uno lo escucha, se da cuenta de que excede del precio real y que podríamos estar ante un supuesto más de corrupción política y malversación de caudales públicos. La letra es ridícula, farragosa y menos imaginativa que el Atlas de Geografía del que debió sacarla.

La música del himno, de Pablo Sorozábal Serrano, tiene un pase, porque es tan desestructurada que resulta imposible acordarse de ella, con lo que se te pasa el disgusto tan pronto como se ha terminado. En su descargo cabe decir que, con semejante letra, era imposible que no saliera este trampantojo.

Para saber de los que estoy hablando dejo dos links de youtube. La segunda versión la cantaba el própio Agustín García Calvo, vestido de Curro Jiménez. Las caras de estupefacción de algunas personas del público expresan claramente su opinión sobre la obra.

https://www.youtube.com/watch?v=heclG36dCH4

https://www.youtube.com/watch?v=VCjZGAKZIdA

Es una suerte que este himno se toque en actos oficiales, porque, en un contexto artístico, el escenario se convertiría en la tomatina de Buñol.

El himno es tan engendroso que, desde un primer momento, se sugirió que se sustituyera por "La Puerta de Alcalá", compuesta por varios autores vinculados al grupo Suburbano y popularizada por Víctor Manuel y Anal Belén, o por "Pongamos que hablo de Madrid", compuesta por Joaquín Sabina y Antonio Sánchez. No son malas opciones. Cualquier cosa antes que el trampantojo que nadie puede cantar, ni recordar, pero pienso que a estas canciones modernas les falta la solemnidad propia de los himnos.

El himno de Alemania, grandioso y pegadizo, proviene de la Kaiserlied, la canción del Emperador, escrita por el compositor Haydn para el austria Francisco II. El himno de la Rusia zarista (Dios salve al Zar) lo he visto atribuido incorrectamente a Tchaikovsky, pero esto es un error que viene provocado porque el gran compositor lo incorporó a su Obertura 1812, en la que conmeraba la resistencia de Rusia frente a la Grande Armée de Napoleón, y que también incorporó La Marsellesa; pero el verdadero autor fue el compositos predilecto del zar Nicolás I, que era Lvov.

No todas las ciudades o regiones pueden contar con la suerte de que un compositor clásico y reconocido haya compuesto una pieza que pueda ser utilizada como himno. Pero no es el caso de Madrid. El compositor italiano Boccherini pasó gran parte de su vida en Madrid, donde, de hecho, murió, siendo enterrado en la iglesia de San Justo, en la calle del Sacramento de Madrid (que hoy es la basílica pontificia de San Miguel), donde permanecieron sus restos hasta que Mussolini, en 1927, se los llevó para Italia, aunque sus descendientes continúan viviendo en España.

El caso es que el autor compuso una obra, que se llamó "Música nocturna de las calles de Madrid" y que no se publicó hasta después de su muerte, porque, en opinión del autor (según le dijo a su editor): "La obra es absolutamente inútil, incluso ridícula fuera de España, porque no cabe esperar que el público entienda lo que significa, ni que los autores la ejecute como debe ser interpretada". Partes de esta obra se han hecho populares recientemente, por películas como Master & Comander.

En mi opinión, un arreglo entre el Pasacalles y sobre todo la Ritirata (la retreta) de la Música nocturna serían un excelente himno de Madrid. En concreto, la Retreta resulta, a la vez, pegadiza, solemne, alegre y, además, tiene la cadencia de un himno. Os dejo los links para que podáis escucharlas y juzgar: primero la Retreta y luego el Pasacalles. Insisto en que lo ideal sería un mix, pero da miedo que se recurra a un nuevo compositor "iluminado" que destroce la obra de Boccherini, el compositor italiano de Madrid, metiendo fragmentos de la Puerta de Alcalá, del Pongamos que hablo de Madríd, del himno de Riego, de los cuatro generales y de la nana que le cantaba su abuela cuando era crío.

Aquí os dejo el link de la Ritirata, que es claramente un himno:

https://www.youtube.com/watch?v=wE96Anxfcbk

Y, el Pasacalles, que os sonará más, aunque tiene menos cadencia de himno, pero que se identifica mucho con Madrid:

 https://www.youtube.com/watch?v=Y9niwzsq9DI